jueves, 17 de septiembre de 2015

Tiempos difíciles, Charles Dickens (fragmento)

Hay una educación liberadora y una educación esclavizante, hay un conocimiento utilitario y un conocimiento emancipatorio... y hay cosas que se reprimen, y después explotan...

"Que quede bien claro, lo único que yo quiero son realidades. Jamás les enseñen a estos muchachos y muchachas otra cosa que realidades. Para la vida solo son imprescindibles las realidades. No propongan otra cosa y saquen de cuajo todo lo demás. Los entendimientos de los animales racionales se conforman solamente a base de realidades; todo lo que no sea esto no les servirá nunca de nada. Yo educo a mis hijos de acuerdo con esta norma, y de la misma manera hago educar a estos muchachos. ¡Remítanse a las realidades, señores!
Esto sucedía en la sala con cúpulas, lisa, desnuda y aburrida de una escuela, y el índice, tieso, de quien hablaba ponía énfasis en sus admoniciones, resaltando cada frase con una línea trazada sobre la manga del maestro. Ayudaba a aumentar el énfasis la frente del orador, perpendicular como una pared…”
(…)
El señor Grandgrind volvió a mirar a su hija, que esta tendida frente a él como una embarcación hundida, y sin hablar ni una palabra más, salió de la habitación. Cuando apenas había salido su padre, Luisa oyó que caminaban lentamente cerca de la puerta, y tuvo la sensación de que alguien estaba cerca de su cama.
Decidió no levantar la cabeza. Dentro de ella, y como una brasa maléfica, ardía una sorda irritación de que la viesen sumergida en su dolor y de que la mirada involuntaria, que tanto la había ofendido, hubiese sido confirmada de esa forma. Siempre, las fuerzas comprimidas en exceso rompen y destrozan."

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