viernes, 3 de octubre de 2014

Silvina y Victoria, dos versiones de la vida

Victoria y Silvina Ocampo constituyen por sí mismas, juntas y por separado, un particular e indispensable capítulo de la literatura argentina. En la reconstrucción tan diferente de sus respectivas infancias muestran dos modos de posicionarse en el mundo.
Victoria, la mayor, eligió las memorias, testimonios para construir una imagen de sí al estilo de la literatura testimonial de la que ya había echado mano Sarmiento en sus Recuerdos de Provincia. Al construir su nombre, buscar la exactitud de hechos y mostrar su lugar en el escenario de la historia y del mundo en que le tocó llegar, Victoria se erige como modelo de mujer y escritora para las generaciones posteriores.
Silvina, la menor, elige precisamente el lugar de la minoridad, del margen, del susurro entre silencios. A través de los cuentos de su primer libro, Viaje Olvidado, recrea su infancia en clave de ficción, desfigura, reconstruye, acondiciona un ambiente donde la voz de la infancia (no confundirlo con una escritura infantil) surge desde la inocencia, pero también desde la crueldad.
Victoria escribió una reseña para Viaje Olvidado. No disimuló su sorpresa y su cierta incomodidad al enterarse de que Silvina escribía.
Sólo me queda recomendar que las lean.