lunes, 23 de abril de 2012

Otra espera, de Daniela Della Bruna

No volverán las brisas que hamacaban sutiles las hojas del tiempo,
se estrecharon los campos después del incendio,
se apagaron en la noche los aullidos de la loba,
se retuercen sus hijos en sus pechos secos.

No volverán a cantar los pájaros que alegraban el alba,
ni habrá lluvia que alimente a las yermas tierras del olvido,
brilla como un diamante la sonrisa de la cobardía,
escondida en ese último rincón del río.

Se escapan los suspiros contenidos,
desde el oscuro esófago al estómago estrecho,
son todas turbulencias de noches sin risas,
son todas huidas sucesivas. Huye ese que acechaba.

Huyen todos los bramidos triunfantes, los gemidos locos,
se transforma todo en un éxodo de luces apagadas,
de escondites siniestros, y las pobres esperanzas
son mariposas de un día que no ha querido tener sol.

Y en la totalidad absoluta de este rincón perdido,
en la devastadora furia de impotencias y soledades,
en este nido roto y desarmado,
todavía respira a duras penas una pena elocuente.

Publicado en la Antología Escritura sin frontera 2011, Editorial Raíz Alternativa.

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