"Y además, ¿qué representaban todos los sufrimientos del pasado? En aquel momento, todo, si, todo, hasta su crimen, hasta su condena y su deportación a Siberia, le parecía en su exaltación como un hecho extrínseco, extraño, que hubiera ocurrido a otro y no a él. Por otra parte, aquella noche se sentía incapaz de reflexionar largamente y con continuidad, de concentrar su pensamiento sobre un punto cualquiera, y no habría podido resolver cuestión alguna con conocimiento de causa; solo experimentaba sensaciones. La vida reemplazaba a la dialéctica, y algo por entero distinto se elaboraba en el fondo de su conciencia. Bajo su almohada tenía un Evangelio que le había facilitado Sonia. Era el mismo ejemplar en que ella había leído el pasaje de la resurrección de Lázaro. En los comienzos de su cautiverio creyó que la joven lo atormentaría con su religión, que no cesaría de referirse a las citas de aquel libro, aburriéndole con sus incesantes pláticas acerca del mismo. Mas, con gran asombro, ni una sola vez habló en ese sentido ni le ofreció el volumen. Él mismo se lo pidió poco después de su enfermedad, y ella se lo trajo sin decir palabra. Hasta entonces no lo había abierto. Tampoco lo hizo en ese momento, pero un pensamiento pasó como un relámpago por su imaginación: "¿Acaso mis propias convicciones pueden ser hoy otras que las suyas? Por lo menos sus sentimientos, sus aspiraciones..."
También ella estuvo muy agitada ese día, y por la noche sufrió una recaída de su enfermedad. Pero se sentía tan dichosa que su felicidad casi la asustaba. ¡Siete años nada más que siete años! En ciertos momentos, dominados por la sensación de su primera felicidad, uno y otro no estuvieron lejos de considerar aquellos siete años como otros tantos días. Raskolnikov ignoraba que no obtendría sin dificultades aquella nueva vida, que debía pagarla muy cara, adquirirla al precio de largos y cruentos esfuerzos...
Pero comienza aquí una nueva historia. La historia de la lenta renovación de un hombre, de su regeneración progresiva, de su paso gradual de una vida a otra, de su ascensión a una nueva realidad desconocida para él. Esto puede ser el tema de un nuevo relato; el que hemos querido ofrecer al lector, ha terminado."
Fiodor M. Dostoievsky
Crimen y Castigo
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