martes, 15 de diciembre de 2015

Persuasión, Jane Austen (fragmento)

“Me es imposible oír más sin decir nada. Tengo que hablarle por los únicos medios de que dispongo. Usted me ha atravesado el alma. Me debato entre la agonía y la esperanza. No diga que es demasiado tarde, que aquellos preciosos sentimientos ya no existen. Me ofrezco otra vez a usted con un corazón que es aún más suyo que cuando casi me lo rompió hace ocho años y medio. No diga que el hombre olvida antes que la mujer, que su amor muere antes. Sólo la he querido a usted. Puede que haya sido injusto, débil y rencoroso, pero no inconstante. Sólo por usted he venido a Bath. Sólo por usted pienso y hago planes. ¿No se da usted cuenta? ¿Cómo es posible que no haya interpretado mis deseos? Ni siquiera hubiera esperado estos diez días si hubiese podido leer sus sentimientos, como creo que usted ha interpretado los míos. Apenas puedo escribir. No hago más que oír palabras que me atenazan. Usted baja la voz, pero yo puedo distinguir sus tonos, aunque para los demás se pierdan. ¡Cuánta bondad! ¡La admiro! Es usted ecuánime al decir que los hombres también sienten verdadera constancia y afecto. Quiero que sepa que los míos son fervientes e inalterables.
Tengo que marcharme, sin conocer mi destino, pero volveré aquí o la buscaré si sale con sus amigas, cuanto antes. Una palabra, una mirada, bastarán para saber si acudo o no esta tarde a casa de su padre.”

F.W. (Frederick Wentworth)

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