Nos miramos en un sueño,
después de huir en la vigilia.
Fue tan real que en mi mano
quedó grabada tu risa.
Sin entender despertaste
con una marca plomiza.
Fue un apretón que sin tino
te había dado, fugitiva.
Vos olvidaste ese sueño
amaneciste sin prisa.
Yo en cambio me quedé un tiempo
en esa noche enfermiza.
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